Hay un cajetilla de cigarros tratando de sobrevivir a unas ansias incontrolables por consumirla, un cenicero abarrotado de momentos de espera y desconsuelo, una que otra lágrima disfrazada de conjuntivitis. También se ve una foto por la que por momentos me dejo envolver y me lleva a espacios y tiempos que jamás debí abandonar. Un espejo que denuncia mi look de presidiario y se burla de mi llanto asolapado. Una neblina de humo que esconde mis sueños, esos en los que siempre estás tú. Y por último, estoy yo tratando de explicar quién eres y porqué te lloro.
Eres seda, así de suave eres. Tu piel parece haber sido bañada en en la sangre de Afrodita, y en ella mis manos resbalan lenta y delicadamente para perderse en lo bello de tu quietud.
Eres cielo, así de inalcanzable eres. Tu ser está por encima de cualquier mujer, tu alma te eleva a la posición de ángel, de ese ángel que nunca me abandonó, que se despedía de mí en mi ausencia.
Eres tierna, así de dulce eres. Tus gestos me dominan y tu sonrisa me desbarata, ambos lograron mantenerse perennes en mis ojos y sus recuerdos me atormentaron cada momento de ausencia que no conversé contigo.
Eres hermosa, así de bella eres. Tu rostro parece haber sido arrancado de la imaginación de Da Vinci quien nunca pudo pintarte por la delicadeza y extrema beldad de tus facciones, de tus ojos que son capaces de opacar al sol de una tarde de verano en una playa caribeña. Hasta la luna se esconde de tí, tanto que cuando sales por la noche, ésta desaparece y deja a sus hijas, las estrellas, para que contemplen y se den cuenta que sí existe algo más bello que su madre.
Eres inteligente, así de sabia eres. Fuera de tus momentos de arranques de pasión y de no razón, tu mente es capaz de envolver cualquier cerebro y jugar con él. Desbaratas toda farsa, es imposible mentirte.
Te lloro por mi falta. Lloro porque sabido estoy de mi destino, de que algún día marcharás sin mirar atrás.
Lloro porque sé lo que es no tenerte, sé lo que es mirar tu recuerdo y tocarte en mi imaginación. El alcohol te materializa -ahora sabes por que tomo- y siento como tus manos rozan las mías tratando de calmarme. La coca tiene tu sabor, así de peligroso, así de inexplicablemente delicioso.
Lloro porque tengo pasado, porque aún no se ha inventado una máquina del tiempo, porque mis errores tienen nombre y forma de mujer, porque no soy digno de tí, de tus caricias, de tu suspiro.
Lloro por el recuerdo de tu sonrisa, de tu desconfianza, de tus miedos que me harán falta.
Lloro porque fuiste la única rosa de mi vida llena de espinas, porque sanaste mis heridas, porque me diste una segunda oportunidad. Lloro porque no habrán más frituras ni comidas chatarras.
Lloro porque estoy enamorado, porque no debí dejarte, porque ya te olvidarás de mí, porque en ese camino vas.
Lloro porque no sientes ni sentirás lo mismo por mí.
Lloro porque ahora sí estoy solo y traicionado.
Lloro porque yo te alejé de mí y sé que no negarás que ya no me amas.
2 comentarios:
Te amo eso nuca lo negaré apesar de tantas cosas y que el tiempo nos hizo una mala jugada,siempre terminaremos juntos lo sabes lo decidimos así y ahora no hay nadie quien nos separé y con respecto a tus errores son eso simplemente y no llegaron hacer algo más.Tu princesa porque hasta se confundieron al pensar que se referían a otra que no era yo al decir princesa.
Es verdad mi amor nuestro amor es garndototote aya la pobre ilusa q pensó q la podias querer si a la única q amas y quieres es a miiiii.... sisisisiis.
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