martes, 22 de julio de 2008

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-"Camina conche tu madre".

Un segundo... así no se comienza un texto, ni es la forma de introducir una idea, narración o cualquiera que fuera el afán que propicie a escribir. No pues, "camina conche tu madre" no es la frase ideal, a menos que sea trascendental en la idea y marque un hito en la ilación de la historia.

Lo raro es que esto no es ninguna narración de un momento específico de mis últimos días, es mas bien un compendio de acontecimientos a medio contar que se escapan aprovechando el sueño y el humo del tabaco (y es que para mi mal, volví a fumar). Pero, como diría el gran Cantinflas, ultimadamente es mi escrito y yo me arranco como me da la gana.

Como sea, en estos últimos tiempos una serie de sucesos han venido confirmando mi mala suerte y abandono por parte de todas las deidades habidas y por haber. Alguna vez ese polémico "camina conche tu madre" me llevó a perder una copiosa cantidad de dinero a manos de algunos hijos de algunas espantosas y poco buscadas trabajadoras sexuales. En otra ocasión me obligó a dar un paseo por la villa "Depresión y Quebrantos", mientras la mujer que amaba alimentaba ojos ajenos, honraba a Baco y tenía segregaciones sudorosas sin punto de comparación a las de algún acto amatorio con este humilde y jodido servidor, mientras yo me lo seguía repitiendo, evitando mirar atrás o correr a alguna esquina de esa sala y ser uno mas. O como una noche, que me empujaba a vivir mientras la muerte se llevaba un sentimiento nuevo a medio experimentar, entonces repetírmelo era un repaso de conciencia y razón.

Para variar, me he dado cuenta que una lisura me está marcando, claro está que esta vez sin tener alguna ascendencia en el sentimiento para con mi santa madre u otro semejante.