miércoles, 18 de julio de 2007

Confieso que:

Que el dormir y el sexo es lo más placentero en mi vida.
Que todavía tengo a don Sata cogido del rabo.
Que por donde se vea -definitivamente- hago menos mal que antes.
Que como 1/4 de pollo a la brasa todas las noches (con arroz).
Que puedo permanecer sin hacer nada 23 horas al día.
Que la hora restante la uso para descansar.
Que odio los viajes en combi.
Que odio moverme a contestar el teléfono.
Que conozco tantas cantinas y bares como nombres de mujeres.
Que odio con todas las fuerzas que me dan mis 21 años al ron (disculpen amigos roneros).
Que amo con todas la fuerzas que me dan mis 21 años a la cerveza y al whisky.
Que ninguna persona me hace falta como lo hace mi madre.
Que mi padre es mi debilidad.
Que lloro muchas noches.
Que me encanta caminar mientras fumo bajo la tenue garua de Lima.
Que adoro fumar mientras camino bajo la tenue garua de Lima.
Que -para mí- no hay cielo más bello que el cielo de Lima en una fría tarde de agosto.
Que nunca he tocado una puta.
Que no me llevo bien con la tecnología.
Que el messenger me parece el peor invento del ser humano.
Que el fútbol me parece el mejor invento del ser humano.
Que empecé a leer a los 16 ó 15.
Que escribir comenzó siendo un refugio.
Que escribir es mi patio de recreo donde ahora vivo.
Que la abstinencia me mata.
Que tengo mil motivos, pero aún no entro en razón.
Que me he resucitado unas 4 ó 5 veces.
Que me estoy cansando de resucitar.
Que amo a una sola mujer, como mujer, como la mujer.
Que puedo pasarme la vida viendo capítulos del Chavo del 8.
Que soy depresivo por naturaleza.
Que en mis depresiones trato de estar sobrio para disfrutarlas mejor, en toda su dimensión, con todo su dolor.
Que mis días de no depresión trato de estar ebrio para reírme de mí sin límites, sin complejos.
Que me he emborrachado en un parque una sóla vez en mi vida... las demás fueron bajo techo.
Que creo que ya es hora de sentar la cabeza.
Que sólo una vez me arrodille ante alguien.
Que nunca regateo al taxista.
Que odio los ternos.
Que si fuera por mí, a todos lados iría en sandalias.
Que tengo mala memoria.
Que el suicidio me parece un camino más.
Que pensé en suicidarme un par de veces.
Que todavía guardo un peluche desde que tenía 5 años.
Que hace un par de años lo dejé de necesitar para dormir.
Que me tocó crecer de la noche a la mañana.
Que no me siento solo porque extraño a mis padres.
Que en mi cuello cuelgo grandes recuerdos.
Que sólo responderé a Lennart y a Doli.
Que... que aún estoy respirando, quiera o no, aún lo hago.


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